Verde leve peleando con el rojo,
arrastrado por la inercia de la mirada.
Acuna celeste el azul al ocre
y al encuentro surge la estela de tu mano...
Y como alfiler en la retina,
se persona el amarillo.
El ojo se inunda y vibra
y nace en ti el paisaje,
como palabra pintada.
Jose A. Hermosa